Marcus Cooper, el primer abanderado nacido fuera de España: "Sangre inglesa pero corazón español"

Cooper nació en Oxford, Inglaterra, hace 29 años, pero se ha criado en Mallorca, en Cala d'Or desde los tres meses de vida. El apellido Cooper, de su padre inglés. Walz, de su madre alemana. "Siempre lo digo, soy de sangre inglesa pero de corazón español. La generación de mis abuelos se mudó antes. Nosotros somos españoles como los que más. Mallorquines, jeje". Marcus tampoco tiene acento que le delate: solo ese pelo rubio y el nombre y los apellidos que figuran en su DNI.

Su oro en Río 2016 y su plata en Tokio 2020 le han dado al piragüista balear el honor de ser el primer abanderado español nacido fuera de nuestro país. Solo hay un caso, muy lejano, de un abanderado nacido en un territorio que hoy no pertenece a España pero sí por entonces. Se trata de Julio Castro del Rosario (1879-1936), militar español, comandante de Infantería y gentilhombre de cámara del Rey Alfonso XIII, que nació en Manila, en las Islas Filipinas, que dejó de pertenecer al Imperio español en 1898. Julio Castro portó la bandera y representó a España en Los Ángeles 1932, ya con 52 años, firmando un noveno puesto en rifle.

En pleno 2024, es un hecho que la globalización, sobre todo en el mundo del deporte, es un hecho contrastado. Ya hace varias ediciones de Juegos Olímpicos que la delegación española cuenta con numerosos deportistas que han nacido fuera de España (a Tokio acudieron 37) o que cuentan con ascendencia extranjera. Uno de ellos, que repite ahora en París, fue Niko Sherazadishvili, el doble campeón de judo, nacido en Tiflis (Georgia) pero en España desde los 14 años. Niko ha puesto en valor la importancia de este reconocimiento para Marcus: "Desconozco con integridad su historia, pero dice algo muy importante y valioso, que es que se siente español y quiere representar a nuestro país. Vivimos en un mundo globalizado donde las personas están en constante movimiento y al fin y al cabo uno no decide dónde nace pero sí a quién quiere representar, por lo que deberíamos normalizar el concepto de tener una persona de orígenes extranjeros representando el país donde se ha criado".

María Xiao, que acudirá a París junto a Álvaro Robles en tenis de mesa, nació en Calella, Barcelona, pero sus orígenes chinos, como a Marcus Cooper los centroeuropeos, le delatan. "Yo creo que si has vivido toda tu vida en España, te puedes considerar español, no hace falta que nazcas en España", sentencia en Eurosport. El boxeador Emmanuel Reyes Pla siempre ha dejado claro lo orgulloso que se siente de representar a España, pese a que lo estuvo haciendo para Cuba, su país natal, desde la adolescencia. A España llegó en 2019, reuniéndose con parte de su familia que vivía en Galicia desde hacía casi dos décadas. "Que Marcus sea abanderado es muy importante, porque se fortalece más la igualdad sin importar si eres nacido aquí o vienes de afuera, lo importante es defender la bandera y poner en alto a España. Es por lo que estamos luchando cada día. Como deportista, contento con que Marcus Cooper lleve la bandera española, así está marcando un día histórico donde todos somos españoles, vengamos de donde vengamos".

Una de las últimas deportistas españolas en lograr la clasificación para París 2024 ha sido la escaladora Leslie Romero, nacida en Venezuela pero afincada en Alicante desde 2019 gracias al apoyo de su padre, de nacionalidad española, y de ahorros familiares. "Estoy súper contenta con el anuncio de que Marcus sea el abanderado. Para mí este reconocimiento es súper importante, nos representa a todos los deportistas que estamos clasificados en los Juegos Olímpicos y los que hemos nacido fuera de España, que somos muchos. Muchas veces la gente juzga sin saber realmente la historia, pero todos los deportistas representamos al país que nos da la oportunidad, que nos abre las puertas y que cree en nosotros. Esto es más importante que cualquier otro aspecto, como dónde nacemos o el color de nuestra piel. Esto muchas veces se toma en cuenta en lugar de todo lo que supone ser un deportista de alto rendimiento o clasificar a unos Juegos, que no lo puede decir todo el mundo. Me parece súper beneficioso que se normalice, porque somos personas, vengamos de donde vengamos. Lo que importa es el trabajo que hacemos. El deporte no es política, es unión. Es una forma de superación, lo más bonito que se puede hacer para transmitir esa motivación e inspiración a la gente".