Revancha sana

La derrota en Belfast y posteriormente en Solna, marcaron el duro camino que ha tenido que recorrer la selección española de fútbol en esta fase de clasificación hacia la Eurocopa de 2008. Fueron dos partidos perdidos tras el Mundial de Alemania, aún estaba reciente la herida de haber caído eliminados a las primeras de cambio, y comenzaron a generar las dudas en torno al debate que se ha mantenido todos estos meses entre los jugadores y el seleccionador nacional.

Ahora, más de un año y medio después, y tras haber superado otros momentos difíciles, como la espantada de Luis Aragonés en Oviedo, o la superación del debate Raúl sí o Raúl no, prácticamente sólo falta un punto para estar en Austria y Suiza el próximo verano y solo restan dos partidos en casa, en el Santiago Bernabéu y en el estadio Gran Canaria, y todo el ambiente, desde dentro y fuera del equipo nacional, es mucho más optimista.

De todos modos, los internacionales no firman el empate y prefieren ganar los dos partidos para además acabar como primeros del grupo F y "vengarse" sobre el terreno de juego de suecos e irlandeses.

"Queremos una revancha sana", comenta David Villa, que se perdió por lesión el choque ante Dinamarca. "Tenemos que demostrar que aquellas derrotas fueron meros accidentes. Después de tanto sufrimiento, ahora tenemos la sartén por el mango y debemos ganar para ser primeros", aseguró en su llegada a la concentración.

Por tanto, después de unos meses de tantas dudas y desencuentros, España acudirá con casi total seguridad como primera de grupo a la próxima Eurocopa, sin repescas, algo que no se consigue desde la cita continental del año 2000 en Bélgica y Holanda. Las cosas no han ido bien del todo, pero si tomamos como referencias los números, tampoco ha sido para tanto.